“Con respecto a la forestación, seguimos priorizando las especies nativas. Y en cuanto a la poda, hemos decidido mantenerla durante todo el año”, destacó el ingeniero Spinelli

Tras asumir en diciembre pasado en reemplazo de Ceferino Delrieu, el ingeniero agrónomo Roberto Spinelli se involucró de lleno en las tareas de Arbolado Urbano en el Municipio de Saladillo, acompañando a la ingeniera Alejandra Colás.

“Es un área muy activa y con muchas cosas para desarrollar, y en ese sentido vine a aportar mi experiencia. El área está encarrilada y ahora estamos trabajando a full con los expedientes, atendiendo a diario los reclamos de los frentistas”, remarcó Spinelli.

Después del fenómeno climático del 5 de diciembre pasado, Arbolado Urbano intensificó sus acciones para quitar las ramas y gajos afectados por los vientos.

Mientras algunas cuadrillas avanzan con la poda correctiva de los ejemplares para despejar luminarias y también quitar ramas que avanzan sobre los techos de las viviendas, otras están abocadas a extracciones –siempre que cada caso lo justifique–, además de hacer tratamiento de raíces y riego, sobre todo en esta época donde la escasez de lluvias y las altas temperaturas generan un impacto negativo en las plantas.

“Con relación a la poda, hemos decidido mantenerla a lo largo del año para ir dando respuesta a las demandas”, explicó el ingeniero, e indicó que actualmente están interviniendo el cuadrante delimitado por las calles Ibáñez Frocham, Pereyra, Ledesma y Bozán.

Paralelamente, el personal abre cazuelas, reforesta, coloca chipiado para evitar que la humedad del suelo se evapore rápido y también repara veredas.

En este sentido, el ingeniero Spinelli destacó que siguen colocando muchas especies nativas que aportan buena sombra y son menos invasivas.

“Tienen estructuras más moderadas y no producen tanto daño, sobre todo levantamiento de veredas”, explicó.

Si bien el fuerte de la forestación se da “en los meses que no tienen R” (de mayo a agosto), en algunos lugares puntuales se están plantando ejemplares.

A su vez, el personal trabaja en las ramblas de las avenidas, colocando tutores en los arbustos y en las plantas de bajo porte.

“El objetivo primordial es cuidar el árbol, porque son más los beneficios que los perjuicios que nos generan. Nos aportan sombra, regulan las temperaturas, oxigenan el ambiente… Es importante que el vecino frentista tome conciencia, adopte al árbol como propio y contribuya a cuidarlo”, completó Spinelli.