Invitado por la Sociedad Rural de Saladillo, el empresario del sector cárnico ofreció una interesante charla sobre campo, industria y mercado internacional. “Creo que el comercio cambió. Hoy los números son más finitos y hay que apuntar a la eficiencia”, sostuvo
Al frente de Martín Holgersen, gerente de compras del frigorífico Frimsa SA, este jueves se llevó a cabo en la Sociedad Rural de Saladillo una interesante charla sobre campo, industria y mercado internacional.
La actividad comenzó cerca de las 10:30 y durante la jornada el disertante abordó diferentes temas de interés, como terminación, encierre y desbastes; manejo de carga; integración de la industria a la producción; y mercados internacionales.
La charla, auspiciada por CVM Consignatarios SRL, Frimsa y la Sociedad Rural, estuvo destinada a productores agropecuarios, profesionales y estudiantes.

“Ubicada en Escobar, Frimsa es una empresa familiar que decidió invertir en la industria cárnica y hoy exporta a muchos países. Por eso, nos pareció importante invitarlo a Martín para que nos aporte sus conocimientos y su experiencia”, destacó el presidente de la Sociedad Rural de Saladillo, Ignacio Bustingorri.
Entre otros conceptos, Holgersen explicó de qué manera influyen las malas prácticas en el bienestar animal y cómo repercuten en la carne que se comercializa.
En este sentido, señaló que es fundamental tratar bien a la hacienda durante la vacunación, el traslado y otras prácticas comunes.

“Por lo general, son usos y costumbres que arrastramos de años y es importante que se vayan modificando. Con el empleo de la picana, el animal se estresa. De hecho, las petequias son minicoágulos que se producen en la carne y arruinan el producto. El estrés modifica el PH y hace que la carne tenga un color más oscuro”, señaló.
“Otra recomendación importante es cortar la alimentación del animal, previo a cargarlo en el camión”, explicó.
En el caso del Frimsa, Holgersen comentó que en el frigorífico adoptaron un método de trabajo que es muy beneficioso para los animales: “Nosotros encerramos casi 1000 cabezas en los corrales y todo el manejo se hace con banderillas, sin gritar y sin picana”, destacó.
Con respecto al mercado, indicó que el consumo de carne en nuestro país viene descendiendo y eso obedece a múltiples factores, incluyendo el tema cultural.
“Hoy un kilo de helado cuesta 18 mil pesos y, sin embargo, la gente no se queja. ¿Pero cuántos años cuesta producir un kilo de carne, sin contar los riesgos que se corren?”, se preguntó.
“Desde ya que siempre se esperan medidas que acompañen a la producción. Sería importante que el Gobierno saque las retenciones a la carne, por ejemplo. Veremos qué pasa. Creo que el comercio cambió. Hoy los números son más finitos y hay que apuntar a la eficiencia”, enfatizó.