El público bailó con cada una de las bandas y solistas que se presentaron. También actuaron la murga Los Gigantes de Falucho y la comparsa Iberá
Tras la suspensión del domingo anterior, este fin de semana regresó la Calle Libre a Saladillo y la cumbia fue la gran protagonista.
Desde las 20, con entrada libre y gratuita, la tradicional peatonal del verano tuvo mucho y buen ritmo, de la mano de grupos y solistas locales que se destacan en la movida tropical.

Javier Bustamante fue el encargado de animar el evento que, una vez más, estuvo organizado desde la Subsecretaría de Cultura del Municipio.

La Calle Libre Cumbiera arrancó con la actuación de Maridel y siguió con Willy, que se despachó con un repertorio que contagió inmediatamente al público.

Con el escenario frente al Palacio Municipal, la avenida San Martín entre Belgrano y Moreno se convirtió en pista de baile.
Las parejas no tardaron en lucirse, al compás de verdaderos clásicos de la cumbia.

En el intervalo entre una banda y otra, la murga Los Gigantes de Falucho desplegó todo su ritmo y luego, a modo de anticipo de lo que se vivirá el 22 y 23 de febrero en el corsódromo de la avenida Mariano Acosta, se presentó con todo su esplendor la comparsa Iberá, bajo la dirección de Daniel “Chiri” Díaz.

Brillo, color y alegría le aportaron a la noche las pasistas de esta agrupación que regresará al carnaval saladillense, después de ausentarse dos años.

El cierre estuvo a cargo de Diamante Azul, una de las bandas locales más destacadas que se luce en cada presentación, tanto en Saladillo como en muchos otros lugares.
Durante casi cinco horas, en pleno centro de la ciudad, la gente bailó y se divirtió. Fue el anticipo del Carnaval 2025, que este año tendrá lugar a fines de febrero.

La actividad se concentró en la plaza principal y en dos de las avenidas que la rodean –San Martín y Belgrano–, donde también estuvieron ubicados los emprendedores locales y los food trucks.
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