Con la murga Los Gigantes de Falucho como anfitriona por su undécimo aniversario, el corso reunió este sábado a agrupaciones de diferentes lugares

Los Gigantes de Falucho cumplieron 11 años en Saladillo y los festejaron como no podía ser de otro modo: con un corso murguero en el barrio que les dio nacimiento e identidad.

La fiesta popular se desarrolló este sábado por la noche, sobre avenida Cabral entre Bozán y Emparanza, frente a plaza Falucho, a partir de las 19:30, donde se congregaron la murga anfitriona y varias otras agrupaciones invitadas.

A diferencia de otros años, esta vez asistieron de lugares no tan distantes, debido a los altos costos de movilidad. Participaron más que nada del interior de la provincia, como Bragado, Chivilcoy, La Plata y Los Toldos. También vinieron algunos amigos de Barrancas (CABA) y el Gran Buenos Aires, y la murga hermana La Pasión de la Falucho.

De esta manera, con sus trajes coloridos y al compás de los tambores y platillos, desfilaron Pacto de Negros, Soluna, La Pasión de la Falucho, Los Gigantes de Falucho y Los Mismos de Siempre.

El corso fue el corolario del encuentro que se llevó a cabo desde el viernes en el Parque de las Aguas Corrientes “Francisco Emparanza”, donde las murgas invitadas acamparon y almorzaron, gracias al aporte del Municipio, a través de la Subsecretaría de Cultura.

Jimena Fanegas, la directora de la murga Los Gigantes de Falucho, señaló que el grupo hoy está consolidado, producto de un trabajo colectivo y constante.

La murga viene de participar en programas provinciales y la semana que viene recibirá cuatro instrumentos nuevos, principalmente bombos. “Es material que necesitamos ir renovando y sumando, porque siempre se incorpora gente”, expresó.

Si bien la agrupación recibe ayuda, la tarea es principalmente a pulmón y con apoyo de la gente. “Cuando organizamos una rifa, es la comunidad la que colabora y eso es super valioso para nosotros”, expresó.

La murga siempre está abierta y dispuesta a sumar nuevos integrantes, sin límites de edad. Sólo hay que tener ganas de participar.

Los Gigantes se reúnen a ensayar todos los sábados, desde las 17, en la plaza Falucho. Por ahora lo hacen a la intemperie, aunque la idea es conseguir algún lugar cubierto para poder practicar en invierno, además de confeccionar los trajes, la costura de los apliques y el armado de las fantasías.

“Saladillo, y fundamentalmente el barrio Falucho, tiene un espíritu murguero muy importante y así lo vivimos en los últimos carnavales, donde antes sólo podían participar las comparsas. Este año, nos dieron la oportunidad a las murgas de participar en la avenida Mariano Acosta y la gente lo disfrutó. Creo que, de a poco, vamos ocupando nuestro espacio. Nuestro reclamo es siempre a través del arte. Todos los que estamos detrás

de esto es por amor a lo que hacemos. No cobramos un peso. Muchas veces se nos complica por los tiempos, los compromisos y las ocupaciones que cada uno tiene, pero siempre nos hacemos un lugarcito para la murga”, finalizó.