Los militantes del PSTU de Saladillo señalaron que “es necesario y urgente un aumento general de salarios indexados por inflación, el no pago de la fraudulenta deuda y parar los saqueos de recursos naturales”
A un año del gobierno de Javier Milei, Jorge Cura y Raúl Beherán, militantes del Frente de Izquierda de Saladillo a través del PSTU, lamentaron “el feroz ataque que sufrieron los trabajadores” en todo este tiempo, debido “a la inflación, la desocupación, los salarios de miseria y la falta de inversiones”.
En concreto, manifestaron que “la especulación financiera y el sistema bancario pasaron a la compraventa de bonos públicos en dólares, generando un mayor endeudamiento del Estado, que hoy llega a los 470.000 millones de dólares”.
“Los servicios de la estafa de la deuda pública interna y externa, nunca investigada, se pagan como al Fondo Monetario Internacional, a quien se le derivaron por intereses 10.000 millones de dólares. El superávit fiscal es para ello. De hecho –precisó Jorge Cura– el superávit comercial del 2024 fue de 18.000 millones de dólares, mientras que al FMI se le pagaron 10.000 millones”.
Por su parte, Beherán señaló que los capitales extranjeros “apelan al carrytrade, que les permite convertir dólares a pesos, cobrando suculentos intereses y llevándose millonarias ganancias”.
En tanto, agregó que “la devaluación del 118% generó remarcaciones exorbitantes. Una transferencia de recursos hacia los capitalistas a costa de bajar el consumo de las clases populares. Se calcula que cerca de 16 mil pymes desaparecieron al no poder aguantar el golpe inflacionario”.
“Grandes empresas que cotizan en bolsa –añadió Cura– quintuplicaron sus ganancias en 2024, permitiéndose millonarios blanqueos de dinero de dudoso origen”.
“Las empresas de energía están con impagables tarifazos, entre 189 y 564%; los capitalistas del transporte con menos subsidios aumentaron los boletos a precios que son un robo; y las petroleras con aumentos de ganancias de hasta 1800%”, dijo Beherán.
“Sólo empresas grandes como las de acero y aluminio, al exportar con devaluación, recibieron millonarias utilidades. Es el caso de Ternium y Aluar. Alimenticias como Arcor ganaron 284.000 millones; Molinos 41.000 millones; la láctea Mastellone 67.000 millones. Y ni hablar de las ganancias de los laboratorios de medicamentos”, enumeró Cura.
“Millones de trabajadores afectados”
Cura sostuvo que “el Gobierno peronista de Alberto Fernández y Cristina Kirchner ya venía ajustando y, como consecuencia directa de su profundización, la devaluación y el feroz ataque de Milei, hay un colosal deterioro en diversas indicadores laborales y sociales”.
En concreto, precisó que “el salario mínimo, vital y móvil cayó un 28,4%, perjudicando a los trabajadores con ingresos más bajos”.
“En general, estatales y privados perdieron un 20% de poder adquisitivo. El salario promedio en el país no sobrepasa los 500 mil pesos, siendo excepciones aceiteros y bancarios, ante el peso económico que tienen. Milei miente que el salario promedio llega a 1100 dólares”, manifestó Beherán.
Y agregó que “se perdieron 140 mil puestos de trabajo formales en el sector privado, según el SIPA. En el público, unos 44 mil, aumentando formas laborales más precarizadas”.
“La tasa de empleo formal siguió bajando al 44,8% de la masa laboral, aumentando la subocupación. Los jubilados con una mínima de 329.528 pesos, no pueden sobrevivir. La pobreza llega al 52,8% y la indigencia al 18%. No ser pobre requiere una canasta básica familiar de 1.001.466 pesos, según el propio INDEC”, indicó.
“Con los tarifazos, la educación, la salud (prepagas), y las comunicaciones mayores a la inflación trucha del INDEC, al no contemplar estos verdaderos costos, los trabajadores no llegan a fin de mes”, acotó Cura.
“En Argentina, las 50 personas más ricas del país tienen fortunas por 78.000 millones de dólares, aumentando un 68% respecto del 2020 y más de 200.000 millones de dólares fugados al exterior. Plata hay, pero con un plan al servicio de sus ganancias y de la usuraria deuda pública interna y externa”, remarcó.
Tras este diagnóstico, Cura y Beherán señalaron que “es necesario y urgente un aumento general de salarios indexados por inflación, el no pago de la fraudulenta deuda y parar los saqueos de recursos naturales”.
“Debe haber plata para educación, salud, vivienda, transporte económico y obras Públicas. No para los explotadores y ladrones de nuestros recursos. Sólo un gobierno de los trabajadores y el pueblo, con una economía planificada, podrá conseguirlo”, completaron.
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