TikTok la vio nacer y marcas la eligen para crecer. Empezó en pandemia sin seguidores y hoy tiene 3 millones. Denu42 convirtió su pasión por el arte en un trabajo real y profesional
Con una cámara de celular, un sutil maquillaje, una idea simpática y muchas ganas de expresarse, la saladillense Denise Cirulli –más conocida como Denu42– subió un video durante la pandemia sin decirle a nadie. No lo sabía, pero ese momento se convertiría en el primer paso de una carrera que la llevaría a ser una influencer, y de las más populares de Argentina, con más de 3 millones de seguidores en TikTok y campañas con marcas internacionales, incluidas empresas tecnológicas de Asia.
“Subía mucho contenido de humor, maquillaje, cantaba… El público lo recibió con agrado y comenzaron a seguirme. Desde chica me encanta cantar y actuar, y durante la pandemia, como tenía mucho tiempo, empecé a mostrar todo lo que hacía. Me sorprendió que me siguiera gente de otros países también”, contó Denu a iProfesional.
Con apenas 20 años, esta creadora de contenido nacida en Saladillo –pero ya instalada en Buenos Aires– subió su primer video sin seguidores y logró 1000 vistas. Al poco tiempo, otro de sus videos superó 86 millones de visualizaciones y la posicionó como número uno en comedia a nivel mundial.
Pero más allá de los números y las métricas, el verdadero fenómeno está en cómo Denu logró profesionalizar su pasión y convertirla en un trabajo; uno que genera ingresos, implica estrategia, planificación, campañas con equipos y, sobre todo, comunidad.
“Hoy puedo decir que vivo de esto. Trabajo con marcas, tengo una manager y un equipo que me ayuda a decidir qué proyectos aceptar. También estudio nutrición y me organizo para que todo tenga su lugar. Pero esto es un trabajo real”, aseguró, con la madurez de alguien que entendió el juego desde adentro.
Influencer, creadora de contenido y una empresaria del mundo digital, Denu comprendió que las redes sociales podían convertirse en su trabajo cuando, sin buscarlo, marcas de diferentes países empezaron a contactarla para que les promocionara sus productos en sus cuentas. “Al principio con mi familia dudábamos y no aceptamos muchas propuestas por temor, no sabíamos si eran reales. Todo era muy nuevo. Después, con la ayuda de una representante, empecé a entender cómo funcionaba”, explicó.
Desde entonces, no paró y las redes dejaron de ser solo un lugar para expresarse, sino también en una plataforma profesional. La constancia es clave: “Todos los días creo contenido, sigo las tendencias, leo lo que me dicen. Escuchar al público es fundamental”, señaló.

“Es contenido sano, no me gustan los escándalos”
Su comunidad –a la que llama con humor “los Tetengues”– está compuesta principalmente por niños y adolescentes que se sienten identificados con su estilo fresco y sin escándalos. “Es contenido sano el que hago, canto desde chiquita pop y reggaetón. A mí no me gustan los escándalos, yo trato de llegar de otra manera. Lo vivo tranquila, siempre con buena onda”, afirmó.
Esa coherencia de imagen es parte del secreto. Mientras muchas figuras buscan viralizarse a cualquier costo, Denu eligió otro camino: autenticidad, cercanía y frescura.
“No hay fórmula mágica, pero sí mucha dedicación. La gente nota cuándo sos genuina. Yo me muestro tal como soy. Disfruto, respondo mensajes, hago vivos, canto con mis seguidores”, dijo.
Uno de los desafíos más grandes en este camino fue lidiar con los haters. “Te bajan la autoestima. Es fundamental no darles importancia y tener el apoyo de amigos y familia, sobre todo si sos menor”, admitió. “Trato de quedarme siempre con lo positivo, gracias a Dios, tengo una linda comunidad que me sigue. Me encanta estar con mis seguidores, sacarme fotos, lo disfruto mucho”, agregó.
En su caso, el respaldo familiar fue clave. “Mi mamá es escritora y directora de cine, eso ayudó a que todo fuera más natural. Mi papá también se sumó cuando vio que era feliz. Y como siempre fui buena estudiante, nunca descuidé los estudios. Eso también les dio tranquilidad”.

¿Es posible vivir de ser influencer?
“Sí, es un trabajo. Lleva tiempo lograrlo, entender cómo funciona y confiar, porque me llegan proyectos de lugares muy distantes. Hoy tengo un equipo que me ayuda a decidir y chequear todo”, explicó la joven, que actualmente trabaja para una empresa de inteligencia artificial con sede en Asia.
Aunque evita hablar de cifras concretas, reconoce que le alcanza para cubrir sus gastos y que no hay un ingreso fijo, ya que depende de las campañas y acuerdos que se cierren mes a mes.
Mientras tanto, sigue estudiando nutrición. No lo ve como un plan B, sino como una vocación complementaria: “La nutrición me encanta, me parece importante y quiero poder compartir también ese contenido en redes. Me gusta equilibrar lo digital con lo cotidiano”.
Una artista multifacética que creció con su comunidad
Aunque el mundo influencer es su presente profesional, Denu nunca abandonó sus otras pasiones.
La música, en particular, ocupa un lugar especial. En mayo de 2021 lanzó su primer tema, “Reggaetón”, que tiene más de 100.000 reproducciones en YouTube, y luego llegó “Por tonto”, también con buena repercusión. Este año redobló la apuesta con “Lágrimas de oro”, una canción que se despega de los géneros más clásicos: “No es cumbia ni reggaetón, pero conecta con lo que los jóvenes quieren escuchar”, dijo.
Sus seguidores la acompañan en cada etapa del proceso. “Van viendo el paso a paso, desde que grabo hasta que lanzo. Me dan una energía increíble”, comentó. Para ella, no se trata de “subir una canción” sino de compartir una experiencia: los ensayos, los detalles de la producción, los nervios del estreno.
La música, como las redes, también forma parte de su identidad. “Desde chica me gusta cantar. Es algo que siempre hice. Hoy tengo la suerte de poder combinarlo con todo lo demás”, agregó.
También actuó, modeló para campañas de moda y fue invitada a programas como LAM y Pampita Online. Sin embargo, su objetivo es mantenerse fiel a lo que la llevó hasta acá: su autenticidad. “Ser influencer te da exposición, pero también responsabilidad. Por eso elijo cada paso con cuidado”, explicó.
El futuro, para Denu, es un universo de posibilidades. “Me veo cantando, actuando, creando contenido. También me imagino recibida de nutricionista. Lo importante es hacer lo que te hace feliz, y estar preparado para eso. Por eso siempre aconsejo estudiar, capacitarse, no quedarse solo con lo que se ve en redes”.
Su historia podría sonar como la típica “chica que se hizo viral”, pero lo cierto es que detrás de cada video hay un trabajo diario, una familia que la apoya, un equipo profesional y una comunidad global que crece con ella. Denise Cirulli no es solo una influencer: es una joven artista que entendió que las redes pueden ser el escenario de una vida real.