Entre el miércoles y el viernes, cuatro servidores públicos del cuartel “Pedro Greco” realizaron trabajos manuales junto a otros 250 bomberos de la Federación. “Arrancábamos a las 7 de la mañana y terminábamos a las 9 de la noche, porque el temporal ocasionó un verdadero desastre”, manifestó Cotignola

Tres jornadas intensas y agotadoras de trabajo compartió la dotación de Bomberos Voluntarios de Saladillo que viajó esta semana a Bahía Blanca, para colaborar con las tareas de remoción y limpieza en la ciudad arrasada por las inundaciones.

Entre el miércoles y el viernes, cuatro servidores públicos del cuartel “Pedro Greco” realizaron trabajos manuales junto a otros 250 bomberos de la Federación.

“Arrancábamos a las 7 de la mañana y terminábamos a las 9 de la noche, porque el temporal ocasionó un verdadero desastre. Hay capas de hasta 40 cm de lodo y tierra en algunos lugares”, apuntó el subjefe de Bomberos de Saladillo, Alejandro Cotignola.

Los trabajos consistieron en retirar escombros, remover tierra y quitar muebles y objetos arrastrados por la fuerza del agua.

Además, las distintas dotaciones que participaron llevaron bombas extractoras para desagotar subsuelos y sótanos de edificios.

“Las napas están muy altas y se complica todo… Hay lugares que tuvieron entre 1,50 y hasta 2,40 metros de agua”, lamentó.

Cotignola manifestó que una de las mayores dificultades son la falta de energía eléctrica en la ciudad. De hecho, hay edificios de departamentos que hace una semana que están sin luz y sus tanques de reserva no tienen agua potable.

“Mucha gente está en un estado de desesperación. Hay un clima de tensión y de mucha angustia. Cuando uno recorre las calles, se encuentra con objetos personales, fotos y recuerdos que los vecinos perdieron por el agua. Es un panorama desolador y la ciudad necesita nuevamente ponerse de pie… La prioridad ahora es recuperar el sistema de energía y que, de a poco, la gente pueda volver a sus casas”, expresó.

No obstante, Cotignola indicó que hay muchos otros sectores de la ciudad que no sufrieron las inclemencias del clima y sus habitantes están totalmente solidarizados con los afectados. “El mayor problema se dio con los vecinos que viven en las adyacencias del Arroyo Napostá, que cruza gran parte de la ciudad y que lleva agua de las sierras. Al desbordarse por las intensas lluvias, una parte importante se anegó”, manifestó.

Además de la ciudad, también se vieron sumamente afectadas las localidades de Cerri e Ingeniero White.

“La colecta fue exitosa”

Cotignola destacó la gran solidaridad del pueblo argentino, demostrado en las innumerables donaciones que se juntaron.

En el caso de Saladillo, la gente acercó mucha mercadería (alimentos, agua, pañales y artículos de limpieza) al cuartel y este sábado por la noche llevarán todo lo recolectado en un camión aportado por Transporte Doña Ramona.

En el cruce de las rutas 3 y 51, se unirán con otros camiones de General Alvear, Tapalqué y Cacharí para transportar todo al cuartel de bomberos de la localidad de Cerri, gravemente afectada.

“Es un lugar donde la gente perdió todo. El agua arrasó y nos pareció importante llevar toda la mercadería a Cerri, sin intermediarios… Estamos muy agradecidos con la comunidad de Saladillo. Es la primera vez que organizamos una colecta y la respuesta fue sumamente satisfactoria”, expresó.