Wanda Bau y Lucía Farías vienen trabajando exhaustivamente en este proyecto, que apunta a facilitar el proceso de degradación de fitosanitarios. Lo presentarán próximamente en la Feria de Ciencias
Con el acompañamiento técnico del INTA Saladillo y de la bióloga Edith Otero Estrada, del instituto de Suelos del INTA Castelar, dos alumnas de la Escuela Agropecuaria de Cazón están llevando adelante un interesante proyecto de investigación sobre camas biológicas para degradación de fitosanitarios que presentarán próximamente en la Feria de Ciencias.

Wanda Bau y Lucía Farías, asesoradas por la técnica Rosana Nogareda, vieron las necesidades de desarrollar este proyecto para mitigar el impacto de los agroquímicos en el medio ambiente.
Por lo general, luego de cada aplicación, los operarios de las pulverizadoras lavan los equipos y arrojan el sobrante del producto en el mismo campo o lote, sin advertir la contaminación que se genera en el suelo y, fundamentalmente, en las napas.

Para evitarlo, una de las opciones son las camas biológicas que se preparan con sustratos y componentes naturales.
Las chicas hicieron dos pruebas para comprobar cuál de ellas es más efectiva: Una con compost, tierra arenosa, rastrojo de maíz y residuos de gírgolas (hongos comestibles); y otra con compost, tierra negra, rastrojo de maíz, chipeado de poda y gírgolas.
Todos estos residuos orgánicos ayudan a la degradación y/o descomposición de las moléculas de los fitosanitarios.

Con estas preparaciones las estudiantes harán tres ensayos con diferentes agroquímicos para evaluar el proceso y los resultados dentro de aproximadamente tres meses. Las pruebas se hicieron en baldes plásticos perforados en su superficie, para luego analizar el lixiviado.
“La idea es poder mostrar la eficiencia que tienen estos sustratos. De hecho, CASAFE (Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes) es una de las organizaciones que las recomienda. Estamos muy contentas por este trabajo. En Saladillo es la primera experiencia y el objetivo es que quede un espacio demostrativo en la Escuela, para que la misma institución, cada vez que lave su pulverizador, lo pueda hacer en esta cama biológica”, concluyó.