Victoria Cabada, Cora Cavenaghi, Liliana Bartolini y María Mancini leyeron diferentes poemas de Susana Soba a lo largo del recorrido por la Casa
Como cada 15 de mayo, Casa Soba abrió sus puertas para celebrar el cumpleaños de la icónica escritora y artista plástica saladillense que dejó un legado enorme.
Susana Esther Soba nació hace 103 años en Buenos Aires, pero adoptó a Saladillo como propio desde muy chica y su casa es hoy un espacio dedicado al arte y la cultura.
Con motivo del aniversario de su natalicio, el jueves se llevó a cabo la propuesta “Susana nos recita”, donde cuatro mujeres de Saladillo, jóvenes y adultas, leyeron poemas de Susana.

La actividad incluyó una visita a distintos espacios del emblemático inmueble de calle Mitre 3333, como la galería, la habitación, el Salón Blanco, el patio y la sala García Lorca, finalizando con un brindis.
A pesar de la tarde lluviosa, mucha gente se acercó a disfrutar de esta interesante propuesta.
“En un día tan especial, queríamos que Susana nos recitara a través de otras voces”, expresó María Mancini, integrante de la Fundación Soba Parrondo.

De esta manera, Victoria Cabada, Cora Cavenaghi, Liliana Bartolini y María Mancini leyeron diferentes poemas a lo largo del recorrido. Estuvieron presentes obras de “Enunciación del júbilo”, de 1953, uno de los primeros libros de Susana, “La voz apasionada”, “De tabúes y amuletos”, “Amar es como toda la luz, todos los vinos” y “Últimos poemas de amor”, que reúne “Todo el amor en la piel” y “Todo el amor en la sangre”.
“La quisimos recordar de esta manera como cada 15 de mayo, cuando Susana estaba entre nosotros, tan plena y llena de vida. Precisamente, siempre se abría la casa para la celebración de la vida y todos disfrutábamos”, evocó.