Bajo el martillo de Eduardo Güí, fueron comercializadas 29 unidades en desuso y 5 lotes de chatarra, cuyos valores superaron las expectativas
Más de 64 millones de pesos es lo que recaudó este viernes el Municipio de Saladillo, tras la subasta pública realizada en el Corralón de avenida Ledesma y Juan B. Justo, bajo el martillo de Eduardo Güí.
Salieron a la venta 29 unidades, en su gran mayoría vehículos y maquinarias obsoletas y en desuso, y 5 lotes de material de rezago.

El abogado Ignacio Scelzi, del área de Legales del Municipio, indicó que los valores superaron las expectativas. De hecho, se había fijado en el pliego un presupuesto oficial del orden de los 28 millones de pesos (sin incluir la chatarra) y el Municipio recaudó más del doble, precisamente 64.740.000 pesos. “Algunos lotes de rezagos, arrojaron cerca de los 3 millones de pesos”, destacó Scelzi.
Hacía al menos 35 años que en Saladillo el Municipio no realizaba una subasta de esta envergadura. La anterior se llevó a cabo a principios de los ’90 en el viejo Corralón contiguo a la planta de cloacas.
Eduardo Güí, designado por la Asociación de Martilleros para llevar adelante las ventas, indicó que el remate fue ágil y con resultados muy satisfactorios.

“Se vendió todo y, por suerte, vino gente interesada de distintos lugares, como Gran Buenos Aires, Pilar, Junín, 9 de Julio y Chascomús, que por lo general es habitué de este tipo de remates”, explicó el martillero, quien el sábado anterior también encabezó una subasta de rezago en el Municipio de Benito Juárez y muchos clientes participaron.
Todo lo que se comercializó fue documentado con los nombres de los compradores, para elevarlo al Concejo Deliberante para su correspondiente tratamiento y aprobación.

Tras ello, tendrán un plazo de 20 días hábiles para poder retirar el material adquirido. “Esto le permitirá al Municipio no sólo hacerse de un recurso económico para invertir en otras cosas, sino avanzar con la limpieza y descontaminación del predio. Había chatarra que estaba acumulada desde hace años y hoy el Corralón dispone de mucho espacio libre”, enfatizó Scelzi.