Prevista para el fin de semana largo del 11 al 13 de octubre, Saladillo ya palpita la 12° edición de la Expo Vivero Cazón.
De ingreso libre y gratuito, la fiesta popular organizada en el pueblo del millón de árboles del partido de Saladillo congregará una vez más a viveristas locales y de distintas latitudes.
Nacido en 2012 a partir de una iniciativa de la Asociación de Viveristas Privados de Cazón y de la Agrupación de Feriantes Saladillenses, el evento sumará diversos atractivos.
Habrá foodtrucks en el patio gastronómico, servicio de cantina atendido por las instituciones del pueblo y stands de venta de todo tipo, desde flores, cactus, suculentas y plantas forestales y ornamentales hasta artículos de decoración de jardín, herramientas, dulces, chocolates y artesanías.
Durante el fin de semana, actuarán sobre el escenario gran cantidad de artistas folclóricos y de otros géneros musicales, además de la presentación especial del gran artista de la movida tropical Leo Etchemendy el viernes 11. El sábado 12 tocarán en vivo Los Palmae, grupo de cumbia compuesto por hijos y familiares de los integrantes de Los Palmeras; y el domingo 13 Arbolito, la reconocida banda argentina de folklore-rock.
Cazón no tiene mucho más que 300 habitantes. Está ubicado a tan solo 170 kilómetros de CABA y a 15 al noreste de la ciudad de Saladillo, ingresando por el km 171 de la Ruta Nacional 205 y el acceso Gobernador Dr. Alejandro Armendáriz.
El corazón del pueblo es el Vivero Municipal Eduardo Holmberg, el más grande de la provincia de Buenos Aires donde se producen y cultivan alrededor de 300 especies forestales, ornamentales, frutales, aromáticas y trepadoras. A este se sumaron en un momento unos 20 viveros privados.
Las plantas hacen la vida más feliz. Decoran, mejoran el aire que respiramos, nos alimentan, nos perfuman, nos quitan el stress. Cada día es más grande el reconocimiento de que caminar por un bosque, visitar un botánico en medio de la ciudad o, sencillamente, tener unas macetas en nuestro balcón o patio nos mejoran el ánimo y nos producen bienestar. Basta sólo imaginarse lo que uno siente al llegar a un sitio donde hay un millón de árboles.
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