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Interés General

“La paternidad es una de las mayores muestras de amor que puede dar un ser humano”

Por Carlos Gorosito – Ex Intendente de Saladillo

La paternidad, junto con la maternidad, son las mayores muestras de amor que puede dar un ser humano. Es una experiencia única, irrepetible, intransferible. Siempre he dicho que la felicidad completa no existe, que solamente tenemos momentos felices, gotitas de felicidad en el inmenso océano de la vida donde priman los dolores y las injusticias, que la vida es bella pero no fácil.

Uno de esos momentos donde el ser humano es inmensamente feliz, donde aparecen las gotitas de felicidad, donde podemos comprobar que la vida es bella es en el momento de la paternidad o de la maternidad.

Y por experiencia personal, puedo afirmar que es así, Dios y la vida me han concedido el inmenso, único e intransferible privilegio de la paternidad por dos veces y en esos momentos he podido sentir lo que significa ser feliz. Es algo que no se puede describir y es difícil de expresar en palabras. Simplemente es algo que se siente.

En nuestro país, se ha elegido el tercer domingo de junio para homenajear a los padres. Quien impulso en EEUU la celebración del Día del Padre fue Sonora Smart Dodd, hija de un veterano de la guerra civil estadounidense, William Jackson Smart, quien había enviudado al morir su esposa en el sexto parto.

William se dedicó con esmero a cuidar de sus hijos con la colaboración de Sonora. Escuchando en el año 1909 un Sermón sobre el Día de la Madre, Sonora quiso también homenajear a su padre el 19 de junio día de su nacimiento y esto ocurrió por primera vez en 1910.

En 1924, el presidente Calvin Coolidge accedió a la idea de establecer un Día Nacional para tributar homenaje a los padres. Recién en 1966 el presidente Lyndon Johnson decretó al tercer domingo de junio como Día del Padre.

En Argentina, desde 1953, la profesora Lucía Zuloaga de García Sada venía insistiendo ante la Dirección General de Escuelas de Mendoza que se empezara a festejar el Día del Padre el 24 de agosto de cada año, en virtud de que ese mismo día, pero de 1816, había nacido Mercedes Tomasa de San Martín y Escalada, la hija del General José de San Martín: “El Padre de la Patria”.

Esta propuesta fue adoptada también por la Liga Nacional de Madres y por el Consejo Nacional de Educación. Por Resolución 84.050 del 22 de octubre de 1956, se estableció que a partir del 24 de agosto de 1957 “por razones patrióticas” se comenzaría a festejar el Día del Padre.

Pero se comenzó a festejar el domingo 24 de agosto de 1958, porque en el año 1957 se olvidaron de ponerlo en el calendario. En 1959, el 24 agosto fue un lunes y se sucedieron las protestas de algunos padres que decían “es nuestro día y debemos trabajar”.

Como las protestas empezaron a extenderse en los años sucesivos, se decidió adoptar la misma fecha que en los EEUU: el tercer domingo de junio y así ocurre desde la década del ’60 hasta la actualidad.

Esta fecha es adoptada por la mayoría de los países latinoamericanos. En España, por ejemplo, es el 19 de marzo por la festividad de San José; en Rusia, el 23 de febrero porque ese es el Día de los Defensores de la Patria.

Pero independientemente de lo que motivó el origen de la fecha, es un día importante para homenajear la paternidad, ya sea de sangre o de afectos.

En mi caso, le doy gracias a Dios por haberme dado la vida y la vida por ”haberme dado tanto” y en ese “haberme dado tanto” naturalmente incluyo la paternidad que, vuelvo a repetir, es algo maravilloso que nos sucede a los seres humanos.

Cuando mis hijos llegaron al mundo, me hicieron inmensamente feliz, pero inmensamente feliz. Vaya entonces un reconocimiento a la madre de mis hijos por dar a luz a quienes me siguen haciendo inmensamente feliz.

Cada Día que se reitera la expresión: “Como estás, pa?; “Hola, pa”; ”Necesitás algo, papi?”; ”Pero viejo esto”; ”Pero viejo lo otro” o simplemente papá o papi, la felicidad no tiene límites, aunque no la exprese con bombos y platillos.

Ese es uno de los momentos en que el hombre, el ser humano puede decir: “Soy feliz”. Cada Día del Padre agradezco y disfruto ese: “Feliz día, pa”.

Quiero hoy agradecerles ese cariño y afecto filial a mis hijos. Quiero también recordar cálidamente a mi padre que ya no está, está viajando en otra dimensión, el cumplió a su manera y como pudo, hoy reitero es un recuerdo al que yo también le digo: “Gracias, papi”.

Quiero rendir homenaje a todos los padres de mi ciudad, de mi provincia, de mi país. Y decir además que todos somos padres, porque padre es el que ama fraternalmente al otro, ser padre es ayudar al otro, es sufrir con el otro, es proteger al otro.

Padre no es solamente engendrar un hijo; es simplemente ayudar a ser felices a los demás, a proteger la vida.

En la foto de portada, Gorosito junto a sus hijos Carlos y Lucía.

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