“Claro que los periodistas no somos dueños de la verdad, porque nos podemos equivocar. Lo importante es ser honestos. Por suerte, en Saladillo hay una convivencia democrática que no se da en muchos lugares. Ese desprestigio que se observa a nivel nacional, en Saladillo no se ve”, expresó el periodista Aldo Rachit

Como cada 7 de junio, se llevaron a cabo actos conmemorativos en Saladillo frente al monumento a Mariano Moreno, fundador de “La Gazeta de Buenos Ayres”, con motivo del Día del Periodista.

Esta vez, con un condimento especial, porque se cumplieron los 40 años de Canal 5 y tanto la familia Delía –fundadora de la empresa– como Aldo Rachit recibieron un justo reconocimiento.

La diputada Alejandra Lordén les entregó un presente a Claudia Delía y también a Aldo Rachit, periodista y actual propietario de Canal 5, lo mismo que el intendente José Luis Salomón, en representación de la comunidad.

Colegas de distintos medios de prensa se dieron cita en el Salón Sesquicentenario del Palacio Municipal, para compartir un ameno desayuno y luego se trasladaron hasta la plaza principal para celebrar el acto. También participaron funcionarios municipales, concejales, consejeros escolares y vecinos.

Rachit: “Vienen nuevos tiempos en el Canal”

Francisco “Foco” Delía inició el camino de Canal 5 hace 40 años, acompañado por su familia. Hasta entonces, era prácticamente imposible ver televisión por antena. Por lo tanto, la llegada de la TV por cable marcó un verdadero cambio.

Lo que al principio fue un canal de circuito cerrado allá por 1985, con los años Televisora Saladillo se transformó en algo mucho más grande, gracias a la visión empresarial de Foco Delía.

Los inicios de Canal 5 fueron complicados, más que nada por el desconocimiento que existía. Así que fue todo un aprendizaje.

Aldo Rachit, que se sumó al staff en marzo de 1986, fue uno de los primeros en hacer notas. Su primera entrevista fue a César Armendáriz y Marta Sturla le preparó todas las preguntas por escrito.

En este sentido, recordó todas las peripecias que vivían con cámaras muy pesadas y casetes U-matic que apenas tenían capacidad para 20 minutos de grabación.

“Delía nos había armado un carro con una batería de auto difícil de manejar… También recuerdo los injertos que hacía en los autos. Una vez le puso un motor de Rastrojero a una rural Ford Falcon. Íbamos para todos lados, porque si algo tenía Foco es que había que entrevistar a todos, sin distinciones. Recuerdo la anécdota de cuando Delía era presidente de la Cámara de Comercio y un día, en un acto, transmitiendo en directo, lo criticó a Carlos Gorosito y el Intendente se fue hasta el canal para contestarle. A pesar de las diferencias, se respetaban. La verdad que Foco nos enseñó mucho”, reconoció Rachit.

“El apoyo de la familia es fundamental. Para un periodista, no hay horarios. Yo le dediqué muchísimo al Canal. Siempre tuve puesta la camiseta”, confesó.

“Cuando falleció mi hija, un sacerdote se acercó y me dijo: Vos tenés que alegrarte de haberla disfrutado 15 años. Y ahí me di cuenta que no había ido a muchas fiestas y había dejado de lado la familia por el trabajo. Yamila, mi otra hija, me lo recrimina. Por eso, hoy voy a las fiestas mis nietas”, expresó.

“La familia Delía me apoyó para que yo continuara solo con el Canal y pudimos seguir adelante”, expresó Rachit, al tiempo que recordó a Guillermina Saggión, que fue locutora durante muchos años.

“Desde ya que todo ha cambiado muchísimo. Metros de cable quedaron en el canal, ya sin uso. Ahora con un teléfono celular podemos transmitir desde cualquier lado. Seguramente, vendrán nuevos tiempos en el Canal”, adelantó Rachit.

“Hoy Yamila está más involucrada y seguramente esto nos va a permitir hacer cambios. A mi edad, tengo ganas de seguir, porque eso me da vida”, aseguró.

“Es bueno anunciar esto en este día, porque el periodismo hoy, a nivel nacional, está siendo muy vapuleado. Podemos coincidir o no con las ideas, pero que un Presidente maltrate, insulte y desprestigie a gente que trabaja en la prensa, está muy mal. Tiene que haber un respeto institucional”, remarcó.

“Claro que los periodistas no somos dueños de la verdad, porque nos podemos equivocar. Pero tenemos que ser honestos con nuestras críticas. La política también lo tiene que ser. Por suerte, en Saladillo hay una convivencia democrática que no se da en muchos lugares. A nivel nacional, la grieta es cada vez más grande. Tiene que haber respeto. Si no, ¿qué le estamos inculcando a los jóvenes? Creo que, en Saladillo, los medios gozamos de libertad de prensa, más allá de las diferencias que existan con la política. Ese desprestigio que se observa a nivel nacional, en Saladillo no se ve. Acá nosotros somos reconocidos como corresponde.”

Tiempos de posverdad

Durante la ceremonia, transmitieron sus mensajes el concejal Diego Yanson (Unión por la Patria); el presidente del HCD, Alejandro Armendáriz; y el intendente José Luis Salomón.

En todos los casos, hicieron hincapié en los valores de una prensa libre e independiente y cuestionaron en duros términos al Gobierno nacional, representado por el presidente Javier Milei, quien hoy desprestigia y trata despectivamente a quienes ejercen como comunicadores sociales.

El concejal Yanson se refirió puntualmente a la visita de la vicepresidenta Victoria Villarruel el viernes pasado a Saladillo, que tuvo un trato distante hacia los medios.

“En democracia eso está mal. Ya hemos vivido épocas donde la prensa fue censurada y perseguida. No dejemos avanzar ese amedrentamiento a la libertad de prensa”, dijo.

El doctor Armendáriz también sostuvo que el periodismo cumple un papel fundamental en democracia. “Hoy estamos en una época de posverdad. Por eso, necesitamos una prensa que informe con la mayor veracidad posible y honestidad intelectual”, dijo.    

El intendente José Luis Salomón también reconoció que estamos en un proceso de transformación, al tiempo que cuestionó la intolerancia que se observa en las redes sociales. “Estamos viviendo tiempos de falta de credibilidad y de confianza. Tiempos donde la intolerancia está a la orden del día. Nosotros estamos alejados de eso, porque no hace falta ser grosero para trascender o transmitir lo que uno quiere.”