Por José Luis Salomón – Intendente de Saladillo

¡Triste e inesperada la partida de Oscar Domínguez! A pesar de su edad, su fortaleza y su pasión por la música lo hacían eterno y parecía que nunca iba a dejarnos sin la última interpretación de su inseparable bandoneón.

El tango fue su vínculo más preciado con el corazón de Saladillo, y su amor profundo como hijo dilecto, lo convirtieron en Ciudadano Distinguido de nuestro pueblo.

Personas maravillosas como él y de espíritu joven, nunca dejan de estar, y siempre vuelven en el recuerdo permanente de los que tuvimos la fortuna de conocerlo y de disfrutar sus acordes musicales.

Que el reencuentro con tus amigos del fuelle, sea propicio para una nueva “Cumparsita”, esa que nos ofrecías con los aplausos finales de tus inolvidables presentaciones.

Que tu alma descanse en la Paz Eterna del Señor.